Previo a la
llegada del nuevo coronavirus COVID-19 a Costa Rica, existían cifras muy bajas
en cuanto a instituciones, empresas y personas trabajadoras que se acogían a
esta modalidad. Sin duda la crisis del nuevo virus nos ha hecho enfrentarnos a
una cruda realidad, nos ha hecho des(aprender), nos ha invitado a ser
innovadores, disruptivos y abiertos al cambio.
¿El país
estaba preparado para esto? ¿Es el teletrabajo la solución a muchos de los
problemas sociales del país? ¿Todos deberíamos teletrabajar?
Hay muchas
interrogantes que en tiempos de crisis han aparecido, como bien mencionaba un
colega, el Coronavirus nos ha ayudado a despertar de esa “borrachera ideológica”
de la cual estábamos embriagados. Hoy día la CCSS es la mejor institución del Estado
ante la opinión pública, hoy las personas funcionarias de telecomunicaciones
del ICE hacen posible que contemos con una de la mejor tecnología de Centroamérica
y el sistema estatal de instituciones públicas está en la primera línea de tiro
al frente del país.
Hablando del
caso Costa Rica
Respecto al
teletrabajo, tanto el sector público como el privado han despertado de esa “borrachera”,
la cual nos tenía sumidos en trabajo por horas y no por objetivos, hemos visto
que las personas si están comprometidas con su trabajo pueden hacer posible que
este se realice, que la continuidad del servicio sea posible remotamente. Hemos
experimentado el compromiso del ser costarricense.
Con la
llegada del COVID-19 las instituciones y empresas han adaptado esta modalidad,
sí, sin tanta burocracia, sin papeleo, sin estudios previos, sin requerimientos
absurdos, que muchas veces obstaculizan la incorporación de un funcionario a
esta modalidad.
Según el
reporte de la Presidencia de la República, al 18 de marzo de 2020, alrededor de
15 mil funcionarios y funcionarias del sector público (14.668) se acogieron a
esta modalidad, sin embargo, esto únicamente representa el 26,8% de las
personas funcionarias.
Hay que
entender que no todas las funciones son “teletrabajables”, además que para
desarrollar un teletrabajo óptimo se requiere de equipo y espacio adecuado, sí,
estamos de acuerdo. No obstante, estos paradigmas deben ser derribados y apuntar
hacia más.
Reflexionado
sobre un futuro incierto
Con la
debacle de la economía mundial y la reactivación del comercio, la llegada de
esta crisis tiene que calar fuerte en las jefaturas, líderes y altos mandos,
debemos darnos cuenta de que el recurso humano es lo principal, que las
funciones se pueden hacer desde casa, que no es necesario controlar una hora de
llegada y salida al mejor estilo militar.
No es
necesario perseguir a los empleados, no es necesario estar mirando los monitores
de las computadoras, no es necesario hacer reuniones extendidas para resolver
asuntos cotidianos, simplemente no es necesario. Basta con un e-mail, basta con
delegar responsabilidades y no solo tareas, basta con generar un sentido de
pertenencia, basta con confiar en el empleado, basta con ser buen líder.
Cuando un
funcionario está bien consigo mismo, está feliz, motivado, y tiene a sus seres
queridos cerca, se vuelve más productivo, aumenta su sentido de pertenencia a
la empresa ya que se ve respaldado. Tenemos que cambiar el paradigma de que el
recurso humano es fundamental, y antes de máquinas de maquila somos humanos
Prefiero
mil veces tener un empleado motivado que me responda por objetivos, a un
esclavo del Siglo XXI que esté más de 8 horas frente a una computadora
fingiendo que realiza sus funciones, cuando en realidad se limita a cumplir un
horario.
0 Comments:
Publicar un comentario
¿Qué opinas?